La iglesia de Guardamar, como se ha dicho en entradas anteriores en este blog, no está terminada, por diferentes dificultades económicas que ha habido a lo largo de los años de construcción de la misma.
La iglesia se empezó a construir a principios de la década de los 30 del siglo XIX. Bajo el diseño planteado por José Agustín de Larramendi, a la vez que la reconstrucción del resto del pueblo, siguiendo las indicaciones de ese ingeniero. Originalmente estaba planteada en un estilo neoclásico muy austero en decoración exterior y con una recia construcción de sillares de piedra. La elección de este estilo venia por la necesidad de construir edificaciones que resistan los terremotos. Sin embargo, con las dificultades económicas por las que paso el municipio a principios del siglo XX, supuso una terminación prematura de la obra. Y no se se llego a construir la cúpula y la girola del altar mayor, en el crucero de la iglesia. Esto habría llevado a forma propuesta por Larramendi, en la que la iglesia tenia planta de cruz latina.
Pero la imagen que aquí nos ocupa, es el alzado sur del proyecto de reforma de la iglesia planteado a mediados del siglo XX, por el arquitecto Antonio Serrano Peral. En este proyecto se pretendía la terminación del templo, con la colocación de una cúpula de 11 metros de diámetro y 20 metros de altura. Sin embargo, para que el edificio tenga unas proporciones estéticas correctas y que la cima del campanario fuese el punto más elevado de la iglesia, era necesario la reconstrucción del mismo elevándolo por encima de la cota de culminación de la cúpula proyectada. Del gusto de este arquitecto, también plantea la construcción de un tambor sobre el que sustentaría la cúpula, y que serviría para la colocación de vidrieras que iluminaran de forma natural el crucero de este edificio. Además, las puertas laterales, también dispondrían de unos rosetones sobre ellas que aportarían más luz al templo.
En el interior de la iglesia se planteaba que en el crucero, en el punto más iluminado de la iglesia se encontraría el altar mayor, situado bajo un baldaquino de 5 metros de alto y 4,5 metros de lado, muy del gusto de los templos y catedrales romanas.
Sin embargo, esta magna obra de reforma y conclusión de la iglesia, únicamente se ejecuto en una muy pequeña parte, con la elevación del campanario y la colocación de una cuarta campana y el reloj orientado a los cuatro puntos cardinales. El paro de la obra provenía de nuevo de dificultades económicas en el municipio a mediados del siglo XX, puesto que a mediados de los sesenta, el presupuesto de la obra era de 1.200.000 pesetas. Un coste eleveso para sufragar en nuestro pueblo.
En la iglesia actual se pueden apreciar los acabados forzados de estos paros en las obras. Uno de ellos es el cierre de los remates sobre las puertas laterales, en horizontal, y sin acabado de la cubierta en teja plana, como el resto de la iglesia. Otra de estas obras, es la existencia de un patio tras el ábside del altar mayor, lugar que debería ocupar la cúpula y donde se pueden ver las dos columnas, que junto con las que se encuentran a cada lado del frente del altar mayor actual, configurarían el soporte de la cúpula planteada originalmente.
Dentro de aproximadamente veinte años, la iglesia cumplirá el 200 aniversario del inicio de su construcción, pero todavía no se ha concluido su construcción y viendo la coyuntura actual religiosa y económica, difícilmente se realizará.
FUENTE: Gómez Blasco, J.V. y Felio Zaragoza, P.L. (1999). La Iglesia Parroquial del Apóstol San Jaime. Edita Ilmo. Ayuntamiento de Guardamar.
Esta fotografía de la puedes descargar clicando aquí: Proyecto reforma iglesia.
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