Este es un grabado de cómo debería ser el pueblo cuando tenía su ubicación sobre el cerro del Castillo. Este dibujo se realizo recientemente y el Ayuntamiento lo utiliza como obsequio para visitas y actos oficiales, aunque cualquiera lo puede adquirir en Casa de Cultura de Guardamar.
En este dibujo se representa de una forma bastante fiel a como debería ser el pueblo cuando se ubicaba en el cerro del castillo. Localización que se abandonó tras el terremoto del 1829, y que supuso el descenso de la población del monte al llano, en aquel 21 de marzo. Efeméride de la que recientemente se ha cumplido el 182 aniversario, y que a mi parecer es de suma importancia, ya que supuso un cambio de localización y de salida del enclaustramiento que eran las murallas medievales del castillo. Ese fenómeno sísmico nos llevó a la nueva ubicación, y con la idea que plasma Larramendi en la memoria del proyecto urbanístico de Guardamar, donde dice que: “Guardamar sería el pueblo más bonito de la comarca”. Ideas que al parecer hemos olvidado con el tiempo, en el que la urbanización desaforada y con poco criterio, ha llevado a una expansión de las construcciones tremenda. Lo que supone un deterioro considerable del paisaje, que en definitiva es el principal valedor de la actividad fundamental de Guardamar: el turismo.
En este grabado, se nos muestra un pueblo que se encierra en las murallas góticas de la fortaleza. A su vez, también se puede ver el arrabal a extramuros, en el que se puede distinguir una plaza cuadrada, que sería el lugar donde se ubicaba el instituto viejo, que hoy vuelve a ser una plaza pública.
La vista es desde el noroeste, lo que nos permite distinguir el campanario de la iglesia, situada unida al muro norte. Iglesia que ocupaba exactamente el espacio, hoy ocupado por el depósito de agua que se encuentra en el castillo. Este depósito construido en los 70 supuso una mejora en cuanto a la distribución del agua en el casco urbano del municipio, pero no hizo perder la cimentación de la iglesia antigua. También en este muro norte se distingue el baluarte de la pólvora, que es la única torre que se ha conservado hasta hoy en día. En el extremo sur del pueblo, encontramos lo que sería identificado como la ciudadela. Espacio fuerte, donde lo pobladores podrían refugiarse en caso de un ataque. En el centro de todo este espacio se identifican las viviendas de todos los habitantes de la villa. La trama urbana es muy densa, propia del estilo de urbanización medieval, donde la existencia de murallas encorseta el crecimiento urbano del pueblo, lo que obliga a densificarlo, construyendo en espacios poco aptos para ello, como en plazas, pegadas a la muralla… En esta época, habitaban en Guardamar algo más de trescientas personas, lo que suponía una gran población para la época.
Si observamos el grabado, centrándonos en el fondo de la vista, podemos ver los cultivos de secano que se llevaban a cabo en el frente este del cerro del castillo, donde se ubica actualmente el pueblo. Cabe señalar, que hasta hoy ha llegado un topónimo significativo, referido a esto. No es otro, que el de la partida rural de “Los Secanos”, que es la que se localiza inmediatamente al sur del casco urbano actual, a pesar de que en la actualidad este cultivado generalmente de cítricos de regadío. Sin embargo, tradicionalmente, ahí se cultivaba vid o cereal de secano.
Evidentemente, este grabado es una representación de la posible realidad del momento de ese siglo XVIII. Sin embargo, me parece que se ha hecho con un gran gusto y conocimiento histórico del espacio a dibujar.
Para este blog, se ha extraído el grabado de la web del Ayuntamiento de Guardamar.
Este grabado te lo puedes descargar clicando aqui: Castillo (s. XVIII).
A pesar de que, en comparacion con nuestros vecinos, el pueblo no ha tenido una urbanizacion tan brutal, no deja de ser cierto que se han cometido barbaridades. La pinada sobrevive... pero aun recuerdo cuando se podia hacer todo el camino a la gola sin ver al este todos esos pegotes de torres que se hicieron en el SUP7, o peor aun, las del puerto... torres que por cierto estan bastante vacias. Uno tenia la sensacion de estar en mitad de la naturaleza, de un modo mucho mas fuerte que ahora. Poderoso caballero es don dinero.
ResponderEliminarRamón:
ResponderEliminarDebo de felicitarte por tu magnífico trabajo de documentación y comentarios sobre las fotos.
Pero te aclaro que el depósito de agua potable que hay en la zona del Castillo se construyó a principios de la década de l970 y no de 1980.
Atentamente,
Paco García.
Gracias Paco por tu aportación. Ya esta corregido ese dato en la entrada del Blog.
ResponderEliminarUn Saludo